“La
Palabra de Dios crucificada, es testigo fiel de su elocuencia”
(Himno de Sábado Santo)
Queridas hermanitas
Acabo de volver de
Copiapó, donde viví 20 años compartiendo mi vida con los trabajadores
temporeros de la fruta. Otras hermanitas lo hicieron antes y después que yo…
Ahí, hace una semana, ha habido un aluvión de dimensiones catastróficas.
Volví con el corazón
destrozado por lo que “he visto y oído”…
Llegando, me encuentro
con barro y lodo por todos lados, parecía imposible poder cruzar la ciudad y
poder llegar a la parte alta de la ciudad donde la hna Julia me estaba
esperando. El bus nos dejó en la carretera principal porque no podía entrar en
la ciudad para dejarnos en el terminal.
Después de varios
intentos fallidos, me crucé con un colectivo que quería ver como estaba el
centro. Hacia una semana que no salía de la casa… y nos arriesgamos. Pasamos el
centro casi flotando, y por donde miraba veía gente con palas sacando barro,
camiones militares, maquinaria pesada… que por más que se saque lodo, más lodo
llega. Es algo de líquido que corre por las calles inundando todo lo que
encuentra a su paso… Cuentan que se trata de un líquido contaminante porque
proviene de las cañerías del alcantarillado que reventaron, además de los
desechos de mineras que se vinieron abajo…
…Y después de varias
peripecias, llegué en casa de la hna Julia. Nos saludamos con un abrazo de
aquellos que ayudan a hacer salir las penas del cuerpo… Ella vivió la tragedia
en primera personas y ya hacía días que intentaba llevar ayuda a la gente y a
pesar de todos los esfuerzos, se hace siempre poca, porque el tamaño de la
desgracia es inmenso…
En la tarde me atreví
ir al centro. Me encontré con mi compañera María, en la dependencia de los
talleres artesanales. No entró agua adentro pero llegar ha sido una misión
imposible… Llegué llena de lodo hasta las rodillas… Después de media hora
tuvimos que irnos porque el olor a ácido nos estaba agarrando la cabeza… Ahí me
di cuenta que nuestra compañera Marcela ha perdido todo: los que había en su
casa y en su taller… Todas sus herramientas de trabajo, material, cosas listas
para vender… Logré comunicarme con ella por teléfono, porque ha sido imposible
llegar hasta su casa… el lodo llegaba hasta arriba de la cintura… (Ella es
artesana y trabaja con metales)
Sigo mi peregrinación
hacia la gente más vecina y querida: Gloria Iriarte, Juana del Beto, Carmen
Pacheco, María Aguirre, la Chila, la Rosita, la Marilyn, la Lucila etc…Todas
ellas, viviendo en la parte alta de la ciudad no sufrieron daños, pero si,
todas tienen alguien de su familia inundados, y algunos perdieron todo: la
Jana, la Jhoanna, el hermano de la Lucila, el hno de la María, muchos
compañeros de trabajo, varios peruanos y ecuatorianos, la casa de Juan Mena se
inundó, el Cristian Pacheco igual… Todas
expresaron gratitud hacia la fraternidad que se hiso presente con la cercanía,
preocupación y cariño. De hecho he ido solo por “apapachar” (= acariciar con el
alma)… la ayuda que pude dar es irrisoria.
Vuelvo como puedo donde
la Julia y salimos con su vehículo intentando alcanzar algunas calles aisladas…
¡¡¡imposible!!! Ahí, la Ximena, secretaria del Obispo, nos llamó para sacarla
del barro donde quedó pillada…y ahí, con los pies en el barro hasta la rodilla,
logramos sacarla… Y con esto llegó la hora del toque de queda y no había nada
más que hacer… si no mirar por las rejas los tanques de los militares que
tomaban la situación en mano.
Rápidamente me doy
cuenta que hay un alarme sanitario gravísimo: al parecer el lodo contiene acido
sulfúrico, cianuro, plomo provenientes de los varios relaves mineros que rodean
la ciudad y agua del alcantarillado que reventó. Eso hace que el lodo sea
altamente toxico, así como el polvillo de suspensión que se respira en las
zonas donde las calles ya no están mojadas. Ya aparecen las enfermedades
respiratorias y de la piel. Nuestro cura párroco, se ha agarrado la Sarna.
Por parte de las
autoridades hay mucha información oculta (¿para no alarmar la población?). Copiapó
está rodeado de desechos mineros… sería imposible que no afectaran en una
situación así… Aconsejan ir con mascarilla, que es casi imposible conseguir.
Por teléfonos logré
comunicarme con mucha gente y ahí supe noticias de Rosalía que vive en fundo
San Pedro. Se inundó y perdió todo el sembrado. Hablé con Juan y varios
compañeros de trabajo…
Con ellos, decidimos
subir, al día siguiente al valle para encontraros con muchos de la cual no
teníamos noticias…
Pasamos por Paipote,
Tierra Amarilla, Los Loros, espantándonos al ver tanto desastre, hasta llegar a
San Antonio. (Localidad a unos 70 km de Cpó).
Y ahí supimos en drama
de varios: la muerte del hijo de 4 años de una familia conocida. El alud se
llevó un campamento entero con varios conteiner donde había muchos
trabajadores. Encontraron varios cuerpos, otros están desaparecidos. Con los
conocidos que sobrevivieron, gracias al hecho de que el conteiner donde dormían
lo atascó un árbol, se salvaron pasando la noche arriba del techo. Con ellos, nos
hemos dado un abrazo de aquellos que sigo sintiendo todavía en todo mi cuerpo… junto
a muchas lágrimas mezclada a alegría y dolor.
Gracias a la
intervención de varios de ellos se pudieron salvar varios niños, y es lindo ser
testigo de gestos de solidaridad y reacciones fraternas. Varios peruanos ayudaron
a salir del lodo y abrigar a los que se encontraban cercanos. Otros se juntaron
para dar gracias a Dios por el don de la vida que han vuelto a recibir, perteneciendo
a varias iglesias. Si, la Vida le gana a la muerte, el Resucitado tiene la
última palabra.
Por mientras hasta la fecha, las víctimas ascienden a
24. Mientras que los desaparecidos llegan a los 57. A esta altura se piensa que
estarían enterrados en las montañas de lodo que cubre toda la zona. Se
contabilizan 22381 damnificados en total en las regiones de Antofagasta,
Atacama y Coquimbo. De ellas, 4095 se encuentran en los albergues habilitados
de la zona. Lamentablemente estas cifras están destinadas a subir… Además hay
varios que no están en ninguna lista, como los temporeros que trabajan sin
documentos…
Volvimos en la tarde con el corazón destrozado al darnos
cuenta que no ha sido solo una catástrofe natural. Lo más grave no ha sido la
salida del río, sino la caída de las quebradas intervenidas por las mineras y
las frutícolas (las mayorías multinacionales) para recuperar más tierra para
explotar y sembrar. Así es que la empresa Frutícola Atacama demandó la empresa
Del Monte por haber intervenido las quebradas y así impedir la caída normal del
agua y los trabajadores demandaron la Frutícola Atacama por tener el campamento
encerrado con candado a raíz de la cual, varios no lograron arrancar. No se
logrará establecer la verdad (la empresa lo niega) porque estamos frente a un
gigante, pero a lo meno tendrán que llevar adelante una investigación.
Y así llegamos a la casa en la tarde con el corazón
destrozado y al mismo tiempo lleno de ternura dada y recibida.
En la noche nos
encontramos con un grupo de compañeras, solo con la intención de expresarnos
cercanía y cariño, (apapacharnos) y a pesar de la escasez, no faltó algo rico
para compartir…
El día
siguiente, con la hna Julia nos atrevimos a ir al centro para participar de la
Misa Crismal. Una celebración que se quiso austera, con muy poca gente, y
nosotras como todos, llenas de barros hasta las rodillas.
Aproveché para saludar
a unas cuantas familias más, y ya era hora de partir…con muchas dudas si no
tenía que quedarme… Al final, decidí mantener mi programa y volver dentro de un
tiempo para intentar ser ese “rayito de
sol que entra en una pieza obscura y la alumbra”. (Hta Magdalena)
Llegué a la fdad con el
corazón lleno de sentimientos encontrados y que bueno encontrar hermanitas que
te saben escuchar, llorar y alegrarse contigo…
Un abrazo para cada una
Hta Donata de Jesús
Santiago. Abril 2015
Sabado Santo
Para ver las fotos: https://www.youtube.com/watch?v=BdZaHNcSd_o
No hay comentarios:
Publicar un comentario