¿Quienes somos?


¿Quienes somos?

Religiosas contemplativas, que viven en los lugares de división o de exclusión, compartimos las condiciones de vida de los pueblos que nos acogen, en más de 60 países.

Con nuestros amigos, somos testigos de un Dios que se entrega en los pequeños gesto de vida cotidiana y en las relaciones de amistad, donde las diferencias se transforman en alegrías y posibilidad de vida.

• Somos mujeres consagradas a Dios
• Contemplativas en medio del mundo
• De diversas nacionalidades
• Viviendo en pequeñas comunidades.


¿Cómo?
Compartiendo la vida cotidiana de la gente que nos rodea, descubrimos en ellos la ternura de Dios para todos.

• Somos Mujeres consagradas a Dios
En el más profundo de nosotros mismo ¿no hay a caso, un deseo de vida autentica?
¿…y si este deseo coincidiera también con el deseo más profundo de Dios para cada uno de nosotros?
Existen mil maneras de entrar en este deseo… Nosotras hemos elegido hacerlo como htas de Jesús, un camino en medio de tantos otros en la Iglesia.

Es porque hemos encontrado, cada una en el corazón de su propia historia,
- a un Dios que nos ama de una manera única y gratuita e que respecta nuestra libertad…
- porque hemos reconocido Su rostro en Jesús de Nazareth…que nosotras nos hemos comprometido en la Iglesia, con todos los que quieren ser Sus discípulos…
Nuestra opción a la vida religiosa, nuestra “consagración a Dios” no nos pone “a parte”. Es todo nuestro ser que está comprometido en esta opción.

Queremos vivir en hermandad poniendo todo en común para podernos abrir a otra riqueza: la del compartir.
Hemos elegido el celibato para abrirnos a otra alegría: la de las relaciones fraternas ofrecida a todos.
Elegimos de vivir en estrecha dependencia las unas con las otras para abrirnos a otra confianza: la de acogernos en la vida cotidiana como un don de Dios.

En este camino, no estamos solas: dentro de nuestras comunidades, la otra me es dada como “hermana”.
Son relaciones bellas y exigentes donde hay espacio para la amistad y la alegría, para el perdón y la misericordia.

La fraternidad es el lugar donde la Palabra se encarna allá donde estamos: con aquellos que son excluidos, con aquellos que no están invitados al banquete, que nos están sentados a la mesa de la economía actual….
Es con ellos que queremos vivir hoy, a pesar de las dificultades

2) Contemplativas en el mundo:
La hta Magdalena ha vivido una intimidad muy profunda con el Señor, pero siempre “en la vida”. No había dos tiempos en lo que ella vivía... Es esto lo que ella nos deja…esta certidumbre que es en la vida cotidiana que encontramos el camino hacia Dios.

Contemplar….
• Es otra manera de vivir la realidad de nuestro mundo… “Lo esencial es invisible a los ojos” decía el principito. Es ser atentas a la vida que surge en el corazón de cada encuentro, en la banalidad del cotidiano.
• Acoger mis propias contradicciones y las del mundo, ver más allá de las apariencias, aprender a mirar con sencillez y ternura…
• Buscar apasionadamente el Rostro de Dios, acogerlo en Jesús Cristo, mirarlo largamente, amarlo, dejar transformar poco a poco, nuestra mirada y nuestro corazón. Descubriéndonos hijos de Dios muy queridos por nuestro Padre Dios, nos ayuda a ver, en cada ser humano, un hermano y un hermana.

“Para mi, la oración es esencialmente Vida. Yo no puedo separar Dios de todo lo que Él ha creado y lo que ha amado con todo su amor de Padre”… (Hta Magdalena)

Nuestros ritmos de oración:
Nuestra vida está ritmada de tiempos de oración comunitaria y personal.
Estos tiempos son el lugar donde entregamos nuestra vida, el espacio donde nuestros límites y los del mundo se transforman en mirada del hijo hacía el Padre.

Nuestra relación a Dios nos empuja a entrar en la intimidad de la oración y Él, Él nos espera, como un amigo.
Porque nuestra relación a Jesús de Nazareth es vital, nosotras queremos ESCUCHARLO en el Evangelio, queremos alimentarnos de Su Palabra como Él se alimentaba, y celebrar la Eucaristía en Su memoria.

• Rezar juntas en la mañana y en la noche con los salmos
• Un tiempo prolongado de oración personal y silenciosa cada día adorando Jesús en la Eucaristía
• La meditación del Evangelio
• Cada mes y cada año por un periodo de tiempo más largo en la soledad, tiempo reservado al silencio y la oración…
• En cada fraternidad, aún las más chicas, una pieza está arreglada a capilla.
• En algunas fraternidades, las htas consagran más tiempo a la oración y acogen los que vienen por un tiempo de soledad y retiro.

3) Mujeres de diversas nacionalidades

La fraternidad ha nacido del encuentro entre la hta Magdalena y algunas familias nómadas en el EST de Argelia.
Esta abertura a otras culturas nos ha marcado desde la fundación y esto queda en el corazón de nuestra misión de hoy…
Con 1300 hermanitas de 67 nacionalidades viviendo en 68 países… es entre nosotras mismas que esta misión de unidad ya comienza…
Después de un año pasado juntas para prepararse a los votos perpetuos, una hta Irakena, una de USA una de Kenia, una japonesa y una francesa viviendo en Argentina, nos escriben: “La historia pasada y actual de nuestros países está marcada por el sufrimiento a causa de las relaciones o decisiones políticas, económicas, financieras o religiosas… Nosotras representamos juntas esta complejidad, estos desafíos mundiales y al mismo tiempo esta riqueza única de creer posible, porque es cierto, la vida en las diferencias: respecto y complementariedad. Es un trabajo de humanización para más verdad y libertad y…vale la pena… y nos da alegría”.

Una unidad sin uniformidad:
En nuestras comunidades, podemos ser hermanas de culturas diferentes. Dejar un país y adoptar otro, aceptar de dejar una manera de ser para entrar en una nueva.

Periodos de formación, de intercambios o de tiempo en otros países nos dan la posibilidad de conocernos mejor. Poco a poco, por las noticias que circulan entre nosotras, las realidades del mundo entero se nos acercan…. Y nos sentimos involucradas, comprometidas juntas…
Una ayuda concreta se vive entre las regiones (varias fraternidades de la misma zona o país) y los continentes… ayuda humana y financiera, como una gran familia.
Algunas htas asumen una tarea a servicio de todas: comunicaciones, secretariado, formación, acogida…
Son las delegadas de las regiones que cada seis años, en “capitulo” se deciden las orientaciones generales.
Son ellas que eligen la responsable general con su consejo: actualmente un equipo de seis htas de seis nacionalidades.


• 4) Viviendo en pequeñas comunidades.

FRATERNIDAD, es el nombre que le damos a nuestras comunidades…
Comunidades pequeñas para compartir las condiciones de vida de la gente que nos rodea, para vivir con ellos, sencillamente estando dispuestas a dar y recibir…

“Fraternidad” he elegido este nombre que indica que yo soy su hermano y el hno de todos sin distinciones…” (Hno Carlos)

La fraternidad es el primer lugar de misión

Comunidades de 3/4 htas para aprender a acogernos las unas con la otras, con nuestras diferencias, nuestros límites, nuestras posibilidades… poniendo todo en común, nuestros salarios, como nuestros talentos para vivir juntas de verdad.

De las Constituciones:
“Un mismo llamado de Jesús une a las htas entre sí y las compromete en una misión común. Por eso, vivir en fraternidad es parte esencial de su misión.
Perseverar en la vida comunitaria es, para cada una, un camino de crecimiento, verdad y humildad. A través de la acogida mutua, del perdón, la aceptación de las diferencias y límites, dan testimonio del Reino de Cristo que salva y reconcilia.
Las hermanitas sabrán crear en sus fraternidades un ambiente de familia y de amor fraterno, con todo lo que eso implica de calidez humana, confianza, sencillez alegría.
Y los momentos de tensión y fracaso en la vida fraterna las harán tomar conciencia de sus debilidades y defectos haciéndolas indulgentes con los demás. Vivirán entre ellas en una comunión muy profunda, ayudándose unas a las otras. Su ternura será reflejo de la de Jesús, divino en su origen y humano en su expresión.
Como miembro de un mismo cuerpo recordarán siempre que la fidelidad de la fraternidad depende de la fidelidad de cada una… Asumir juntas la responsabilidad de una misión da a la comunidad, unidad y dinamismo. Con iniciativa y espíritu de corresponsabilidad, participarán todas a esta misión, de acuerdo a sus posibilidades y sus dones, cualquiera sea su etapa en la fraternidad…
La vida comunitaria es un camino de conversión y también lugar donde se acoge el don de Dios, lugar de acción de gracias e intercesión: “Donde hay dos o tres unidos en mi nombre, yo estoy presente en medio de ellos” (Mt 18,20).

En los cinco continentes
En todo lado donde estemos pertenecemos a un pueblo y estamos marcadas por su cultura. Cuando sentimos el llamado a dejar nuestro país, nuestro pueblo o nuestro ambiente para enraizarnos en otro lugar, tenemos que aceptar nuestras diferencias y pedir de ser acogidas. Esto nos pide de despojarnos de nuestras maneras de hacer y de pensar que tenemos siempre adentro debido a nuestras propias origines.
En los países donde está presente la fraternidad, esta se vuelve siempre más del país, gracias a las htas del lugar que han llegado y a todos los con quien compartimos la vida…

Con los años, la amistad y el compartir de la vida, se llega a una cierta familiaridad…. Ya no existe quién da y quién recibe, el que acoge y el que es acogido… “Ser uno de ellos” es pertenecer juntos al mismo pueblo… Pero esta enculturación no disminuye el sentido de la universalidad. “Esta mirada sobre el mundo entero, este amor universal, esta pasión por la Unidad… es parte esencial del carisma del Hno Carlos. Esto es diametralmente opuesto al nacionalismo y a toda barrera, a todas fronteras entre los seres humanos” (Hta  Magdalena de Jesús)

Amistad:
Desde la fundación, nuestra historia está ligada al mundo del Islam.
Es en medio de un ambiente musulmán que hno Carlos ha percibido el misterio de Dios y es allá que ha dado su vida.

La fraternidad ha nacido del encuentro de la hta Magdalena con sus amigos nómadas de Argelia. Ella amaba decir: “he fundado la fraternidad con ellos”. En el transcurso de los primeros años de fundación donde ella a menudo estaba sola, ella hace la experiencia que la confianza provoca confianza.
Siendo fieles a nuestras raíces, nuestros amigos musulmanes, guardan un lugar especial en nuestro corazón y nuestra oración.

Esta amistad profunda, dada y recibida, este dialogo de la vida es lo que seguimos experimentando hoy con todos los que nos rodean.

Con los últimos:

A menudo nos sentimos débiles frente a la evolución de nuestras sociedades “desarrolladas”. Su formidable progreso técnico produce bienes materiales accesibles solo para algunos y conducen otros a una exclusión siempre más grande. Muchos de ellos sufren la exclusión porque no tiene acceso a las mismas posibilidades de trabajo, de alojamiento, de salud, de educación…

Aspiramos a vivir en un mundo más humano, un mundo donde cada uno sea reconocido por lo que tiene de único.
No tenemos respuestas hechas a este grande desafío de nuestro tiempo…
Pero:
- Creemos que el hombre no puede reducirse a su fuerza económica o a su poder de compra… creemos más bien que todos estamos ligados los unos con los otros. No podemos encerrar el otro en su diferencia o sus dificultades: estamos llamadas a un camino de humanización.

Desde la fundación, nuestra vocación nos ha empujados a ir en el mundo, hacia las minorías, hacia los que la sociedad margina, hacia los que no tienen ni voz, ni voto…
Queremos vivir en fraternidad con todos, de manera especial con los que non son tomados en cuenta….
Creemos que nuestro mundo no será verdaderamente humano que cuando habrá un lugar para todos…Hoy nosotras hacemos la experiencia de que son ellos, que en medio de las dificultades nos enseñan construir esta fraternidad tan querida por Dios.

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